Sumérgete en la tentación con este pastel de chocolate que guarda un corazón líquido. Al romper su superficie crujiente, serás testigo de un río de chocolate que se desborda con pasión y elegancia, evocando las sensaciones de un volcán que entra en erupción. Déjate encantar por esta experiencia que evoca los más profundos deseos chocolateros.
Ingredientes
- 6 oz Chocolate semidulce de alta calidad
- ½ Taza de mantequilla sin sal
- ¼ Taza de harina para todo uso (cuchara y nivelado)
- ½ Taza de azúcar de pastelería
- ⅛ Cucharadita de sal
- 2 Huevos grandes
- 2 Yemas de huevo grandes
- Helado, frambuesas y/o jarabe de chocolate para la cubertura (opcional)
Método de preparación
- Preparación Mística: Empezamos bendiciendo cuatro moldes de 6 onzas con el elixir antiadherente y polvo de cacao, garantizando que nuestros volcanes se deslicen con gracia al final. Si prefieres, puedes convocar a medio molde de panecillos de 12 onzas, ofreciendo al final 6 majestuosos pasteles. Calienta el horno a 218°C, preparando el escenario para la magia.
- El Encanto del Chocolate: Rompe el chocolate en trozos, dejándolos caer sobre un lecho de mantequilla en un cuenco. Esta mezcla se calienta con amor en el microondas, fusionándose en incrementos de 10 segundos, hasta que su unión sea suave y sin resistencia.
- Susurros de Ingredientes: En un rincón separado, los huevos y sus yemas danzan en una unión efímera. Mientras tanto, la harina, el azúcar de pastelería y la sal murmuran secretos antiguos. Después, todos se unen en el cuenco del chocolate, mezclándose en un abrazo suave y envolvente.
- Formación de los Volcanes: Con delicadeza, vierte esta masa mágica en los moldes, como el artesano que modela el paisaje. Ponlos a reposar en una bandeja y mételos al horno. Durante 15 minutos serán transformados; aunque sus exteriores se vuelvan firmes, su corazón seguirá siendo líquido y palpitante.
- Revelación Final: Tras un breve reposo de 2 minutos, invierte con valentía cada molde sobre un plato, desvelando la creación. Si optaste por moldes de magdalenas, desliza con gentileza cada pastel en el plato, presentándolo con su majestuosidad.
- La Coronación: Decora estos pequeños volcanes con helado, frambuesas, jarabe de chocolate o lo que tu corazón desee.
Sirve de inmediato, y observa cómo cada corte revela un torrente de chocolate, como un volcán en su máxima expresión. ¡Disfruta de este momento épico de deleite chocolatero!
Fotografía principal cortesía de Jordane Mathieu
