El dulce de leche, conocido en algunas regiones como manjar o arequipe, es una de las delicias más tradicionales de América Latina. Su sabor cremoso y caramelizado embriaga los paladares y es protagonista en multitud de postres. Su preparación, aunque lleva tiempo, es simple y los resultados son simplemente divinos. A continuación, te mostramos cómo hacer esta joya de la repostería en tu propia cocina.
Ingredientes
- 8 tazas de leche fresca
- 2 a 2 ½ tazas de azúcar o panela rallada (ajusta según tu preferencia de dulzura)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio
Método de preparación
- En una olla grande, combina la leche, azúcar o panela, esencia de vainilla y bicarbonato de sodio. Lleva a fuego medio y remueve continuamente hasta que el azúcar o panela se disuelva por completo.
- Una vez disuelto, reduce el fuego a bajo.
- Cocina a fuego lento, permitiendo que la leche se reduzca lentamente. Observarás que comienza a espesarse y a cambiar de color, adoptando un tono beige y luego caramelizado. Este proceso puede llevar entre 2 ½ y 3 horas.
- Durante la primera mitad de la cocción, remueve ocasionalmente para evitar que se desborde o se adhiera al fondo de la olla. A medida que avanza la cocción y la mezcla se espesa, remueve con más frecuencia para evitar que se queme.
- Cocina hasta que alcance una textura cremosa y un color ámbar oscuro. Recuerda que el dulce de leche se espesará aún más al enfriarse.
- Una vez listo, retira del fuego y deja enfriar.
Nota: Puedes servir el dulce de leche caliente o frío, pero asegúrate de refrigerarlo si no lo consumes de inmediato. Es el complemento perfecto para tostadas, crepes, helados y muchos otros postres.
Disfruta de esta delicia tan arraigada en la cultura culinaria de Latinoamérica. Ya sea que lo uses como base para otros postres o simplemente lo degustes a cucharadas, el dulce de leche es una experiencia que todos deben probar al menos una vez en la vida. ¡Buen provecho!
Fotografía principal cortesía de Jordane Mathieu
